jueves, 7 de julio de 2011

ARGENTINA INFINITA

DÍA 14: CAMINANDO SOBRE EL GIGANTE DE HIELO

Tras un rico desayuno con unas mediaslunas de manteca, vinieron puntualmente a recogernos los de Hielo & Aventura en un minibús.

En algo más de una hora llegamos al Parque Nacional de los Glaciares. Subieron un par de empleados a cobrarnos la entrada y nos dirigimos por una carretera llena de curvas hasta el Perito. De pronto, apareció a lo lejos tras una curva. ¡¡Sin palabras!! ¡¡Inmenso, alucinante, azul!!



Bajamos del bus, subimos a un barquito en el embarcadero Bajo de las Sombras que nos cruzó al otro lado del lago y allí nos recibieron los guías del minitrekking y nos condujeron a través de un bosque hasta un refugio donde dejamos las mochilas.









Luego fuimos a unos bancos donde nos colocaron los crampones para andar por el hielo.



Te mandan ponerte los guantes por seguridad (si te caes el hielo es muy abrasivo), te recomiendan llevar gafas de sol porque el hielo brilla muchísimo y te explican cómo andar con los crampones. Hay que llevar los pies separados para no engancharse y pegarse un tropezón. Pisar firmemente y sin miedo. En las subidas dar pasos cortos y en las bajadas poner los pies abiertos como un pato, mantener la espalda recta y no cargar el peso del cuerpo en el culo. Lo permiten hacer desde los 10 años y piden que si hay alguna embarazada o alguien con alguna lesión u operación reciente no lo haga por motivos de seguridad.

Yo he de reconocer que estaba un poco acojonada porque con lo patosa que soy ya me veía clavando los dientes en la primera ladera… pero para nada. Es súper sencillo. Los crampones se clavan al hielo cosa fina. Es imposible resbalarse. Además, van dos guías con cada grupo de unas 12 personas y te dan la mano para bajar si es necesario y van excavando pequeños peldaños en el hielo para facilitar las cosas.
Ha sido una de las experiencias más alucinantes de mi vida.







Te ves ahí sobre esa masa de hielo de formas inconcebibles, metiéndote en hoyos, saltando grietas, hasta bebiendo agua directamente del glaciar.











Tras casi dos horas que se me hicieron cortísimas llegamos al Rincón Escocés donde te dan un vaso de whisky con hielo recién sacado del glaciar y unos alfajores.





Volvimos al bosque a quitarnos los crampones y regresamos al refugio donde nos comimos el almuerzo.
Fuimos después otra vez en el barquito hasta el bus que nos llevó a otra cara del Perito a recorrer las pasarelas.

Estuvimos casi 2 horas andando por allí. Las vistas son una pasada. Estás realmente cerca de la pared del glaciar y a veces ves desprendimientos que hacen un ruido atronador.













Con mucha penita tuvimos que regresar a El Calafate. Nos dejaron en el centro, fuimos a tomar algo al Borges & Álvarez otra vez, volvimos a pasar por el súper para comprar la comida del siguiente día y fuimos al hotel a descansar un poco.

Ese día cenamos en el Rick’s, una parrilla de tenedor libre en Avenida Libertador. Por 53 pesos tienes barra libre de ensaladas y entrantes y luego carne (cordero, ternera, cerdo, pollo…). Me gustó mucho el sitio.

A la cama prontito que tocaba madrugón (y ya no sé cuántos llevábamos Ojos que se mueven ).

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