jueves, 7 de julio de 2011

ARGENTINA INFINITA

DÍA 12: LA TIERRA DEL FUEGO, EL AGUA Y EL HIELO


Volvemos a tener suerte con el tiempo y amanece soleado.

A las 9 pasan a recogernos con un remís que habíamos contratado por 120 pesos para ir al Parque Nacional Tierra de Fuego. Llegamos en unos 20 minutos. La entrada al Parque es gratuita en invierno. Sólo nos preguntaron nuestra nacionalidad y lo anotaron.

Estuvimos haciendo un trekking de unas 3 horas por unos caminos embarrados. Subimos por un bosque de lengas (árbol típico de la zona) hasta el mirador de la Bahía Lapataia. ¡¡Qué vistas más bonitas!!











Luego nos metimos por otro camino lleno de placas de hielo hasta llegar a la castorera. Es una pena ver los destrozos que han causado los castores. Son una auténtica plaga por allí.





También hicimos el sendero del turbal y acabamos en el centro de visitantes donde nos recogió de nuevo nuestro conductor para llevarnos de vuelta a la ciudad. ¡¡Vaya tunda a andar que nos metimos!!











Llegamos al centro de Ushuaia y buscamos algo para comer rapidito porque teníamos que estar en el puerto a las 14:45 para embarcar. Entramos en un restaurante en la Avenida San Martín cuyo nombre no recuerdo, pero es como un pub irlandés, todo pintado de amarillo por fuera, así que no tiene mucha pérdida.

Como teníamos frío nos pedimos una sopa de centolla calentita (Estaba buenísima) y una hamburguesa con queso. Fue muy barato, uno 40 pesos cada uno con la bebida.

Bajamos al puerto, pagamos las tasas de embarque (6 pesos por barba) y subimos a nuestro barquito para iniciar la navegación por el Beagle. Sólo íbamos 12 pasajeros con el guía, el capitán y el marinero, por lo que fue muy cómodo cada vez que hacían paradas ya que teníamos sitio de sobra todos en la borda para poder sacar buenas fotos Aplausos .

Nos fuimos alejando de Ushuaia con unas vistas preciosas al fondo de los Andes nevados. En cubierta hacía bastante frío por el viento que pegaba, así que estuvimos un buen rato dentro del barco porque teníamos servicio de cafetería libre. El guía nos fue explicando muy bien todo el recorrido a través de unos mapas. Tuvimos mucha suerte porque ese día el mar estaba bastante tranquilo.





La primera parada fue en la isla de los pájaros, donde pudimos apreciar una colonia de cormoranes y gaviotas. Luego paramos en otras dos islas llenas de leones marinos. ¡¡Qué mal olía, por Dios!! Me encantó ver a las crías mamando, a grandes machos peleándose y a otros simplemente jugando al sol.









Llegamos al faro de Les Eclaireurs, conocido como el faro del fin del mundo y ahí dimos la vuelta en dirección a Ushuaia. Paramos en una isla para hacer un minitrekking y ver algunos vestigios de los asentamientos de los indios Yámanas. Casi salimos volando del aire que pegaba.









Cuando ya estábamos a punto de finalizar la travesía, el capitán nos sacó unos chupitos de un licor muy rico de café. Fue todo un detalle Amistad . Luego, rifaron la bandera de la embarcación.

Desembarcamos y fuimos a tomarnos algo calentito a una cafetería y a pasear por Ushuaia hasta la hora de cenar. Queríamos probar la merluza negra y acabamos en el Darwin (donde nos dieron la degustación de cerveza el día anterior). La merluza nos gustó mucho. La tomamos al horno con patatas y almejas. Un par de cervecitas y el postre. Salió todo por 215 pesos y la dueña se enrolló y nos invitó a unos limoncellos. Taxi y a la cama, que estábamos machacados. Se empezaban a notar tantos días de viaje sin parar.

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