jueves, 7 de julio de 2011

ARGENTINA INFINITA

DÍA 2: MI BUENOS AIRES QUERIDOOO


Segundo día en Buenos Aires.
El cielo está gris y la temperatura ha bajado considerablemente Trist . Salimos de nuevo a patear la ciudad. Primero vamos a la Cueva de Alí Babá y los 40.000 ladrones, es decir, el Congreso Angel . Es un bonito edificio.



Paseamos por la Avenida de Mayo, llena de edificios que me recordaron mucho a Madrid. He de decir que, en general, Buenos Aires me ha recordado mucho a Madrid en muchos aspectos, con una mezcla de Nueva York y de La Habana. Ya sé que es una mezcolanza extraña, pero es la impresión que me causó. Hay calles muy bonitas y cuidadas, pero otras son un auténtico desastre, con todas las baldosas rotas y levantadas, socavones por todos los lados y un surtido de cacas de perro que hacen del paseo una carrera de obstáculos Ojos que se mueven Malvado o muy loco .

En la Avenida de Mayo entramos al famoso Café Tortoni.



El sitio tiene solera. Me encantó el ambiente decadente, la decoración, las vidrieras. Por la noche hacen espectáculos de tango en un escenario. Nosotros no fuimos a ningún espectáculo porque me parece una turistada. Es como los tablaos flamencos en España, que sólo van los guiris. Mi marido se tomó un chocolate con churros y yo un mate cocido. El chocolate en Argentina no lo ponen exactamente igual que aquí. No es tan espeso, es más bien como un colacao. Los churros eran muy gordos y estaban rellenos de dulce de leche. Mi primer mate me supo muy rico. El mate cocido lo sirven en saquitos como el té. No es igual que el mate que van tomando todos por la calle con su calabaza y su bombilla. Es alucinante ver a la gente con el termo de agua caliente debajo del brazo y su matecito de la mano. Mucha gente lo comparte. Se van pasando la calabaza y van sorbiendo todos de la misma bombilla.

Seguimos paseando y acabamos otra vez en la Plaza de Mayo. Aprovechamos para entrar a ver la Catedral. Dentro está la tumba del General San Martín y la tienen custodiada unos guardianes de uniforme.

Paseamos otro poquito y nos encontramos con una de las tiendas Havanna. Era el momento de probar nuestro primer alfajor. Yo soy muy poco golosa y el alfajor me resultó mega-empalagoso, todo cubierto de chocolate y relleno de dulce de leche. La verdad es que los de la marca Havanna, a pesar de la fama que tienen, fueron los peores que probamos en todo el viaje. Me parecieron muy industriales. Era como comerse un Phoskito con dulce de leche Confundido .

Llegamos a las Galerías Pacífico y entramos a fisgar un ratillo. ¡¡Qué derroche!! ¡¡Qué lujo!! ¡¡Qué precios!! Como no teníamos intención de gastarnos allí los cuartos, aprovechamos para hacer una visita al baño y salimos pitando Mr. Green .

Dimos una vuelta por la Plaza San Martín. Vimos la Torre de los Ingleses y la estación de Retiro. ¡¡Qué cantidad de gente entrando y saliendo!!

Nos fuimos al barrio de la Recoleta y entramos al cementerio. Muy bonito, de verdad. Hay auténticas obras de arte en los mausoleos. Encontramos la tumba de Evita. Está un poco escondida y es realmente sencilla. Sólo hay unas placas en la puerta con frases como su célebre “Volveré y seré millones” y un montón de flores apiladas. Nos perdimos entre la maraña de tumbas y por fin conseguimos salir.






Era la hora de comer y las tripas nos rugían en Dolby Surround. Justo frente al cementerio vimos varios restaurantes con buena pinta. Entramos en uno que se llama “Ronaldo” que tenía un menú del día bastante majo y te regalaban una copita de champán, jejeje. Mi marido pidió sopa de verduras y yo empanadas de carne de primero y los dos nos trincamos un bife de chorizo con guarnición que estaba de escándalo. De postre un budín de pan con caramelo y un panqueque de dulce de leche. También probamos nuestra primera Quilmes de litro. Me pareció una cerveza flojísima. Total de la cuenta: 80 pesos (unos 16€). Tirado de precio.

Con el buche lleno emprendimos el camino hacia la Floralis Generica, la famosa flor de metal que se abre de día y se cierra de noche. Había una buena tirada hasta allí, pero así bajábamos la comida. Vimos la flor, que es enoooorme y empezó a llover.



Llegamos hasta la Plaza de Francia y allí pillamos un taxi hasta el hotel. Había que ponerse guapos que habíamos quedado para cenar con un buen grupo de foreros.

La cena fue en la Pizzería La Nueva Casona, en Corrientes con Maipú. Allí nos juntamos Lualpa, Pacha, Daniel-Viajero con su esposa e hijo, Alimar con su hija, Guilledom, Pizpireta y su amiga, Casillo con su mujer y su madre y una servidora con mi marido. Nos lo pasamos genial. Fue un gusto conocerlos en persona y volver a ver a Pacha, que ya le conocía Aplausos . Tuvimos una velada muy divertida contando anécdotas y echándonos unas risas. Gracias  a Vero que llamaron al móvil de Lualpa para saludarnos. Hablé con ella y me hizo mucha ilusión. Gracias también a Ali por los regalitos que nos trajo. Se nos hizo bastante tarde entre charla y cervecitas y los pobres porteños tenían que trabajar al día siguiente, así que cada mochuelo se fue a su olivo. (Gracias Vik por llevarnos al hotel Amistad ).

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