sábado, 27 de agosto de 2011

AVEIRO...¿LA VENECIA PORTUGUESA?

Está claro que el “iluminado” que bautizó a esta localidad como “la Venecia portuguesa” o nunca había puesto los pies en esa maravillosa ciudad o simplemente tenía ganas de insultar gratuitamente a Venecia.
No es que Aveiro sea feo (ni tampoco bonito), pero aprovecharse del tirón que tienen 3 canales mal puestos por el medio de la ciudad con unos barquitos capitaneados por 4 pavos disfrazados de gondoleros para atreverse a “vender” la ciudad como una Venecia lusa me parece, más que nada, pretencioso.
Es curioso, pero no llevo ya la cuenta de la cantidad de “Venecias de no sé dónde” que he visitado: Brujas, Ámsterdam, San Petersburgo, Copenhague, Estocolmo, Birmingham, Wroclaw, Tigre ( junto a Buenos Aires)… y seguro que me olvido de alguna….pero como que no,  que todas se apuntan al tirón de Venecia como ciudad ÚNICA E IRREPETIBLE para tratar de colárnosla y, de verdad, no cuela.

Con esto no quiero decir que todas las ciudades que acabo de enumerar no merezcan la pena, ni muchísimo menos. Al contrario. Siempre merece la pena visitar otra ciudad. Brujas me hechizó (he estado 2 veces). Ámsterdam es genial. San Petersburgo es bellísimo. Copenhague es una preciosidad (cara como ella sola…pero preciosa). Estocolmo es una maravilla. Birmingham… es Birmingham (poco más que decir). Wroclaw merece muchísimo la pena. Tigre…creo que me faltó algún “rugido” para convencerme… y ahora voy a “destripar” a Aveiro…
Por destripar no me refiero a poner a parir a esta localidad… sino a mostraros sus entrañas, sus atractivos (que alguno tiene), su gastronomía… y después me imagino que llegaréis a un consenso conmigo en que nada tiene que ver con Venecia… pero ni por el forro. Aún así, os animo a visitarla.

Yo fui en coche, ya que desde mi ciudad sólo hay 400 km “de nada”. Fuimos por la A62 hasta Fuentes de Oñoro (Salamanca) y, tras cruzar la frontera, tomamos la A25 que lleva directamente a Aveiro.

Llegamos cuando estaba empezando a anochecer y rápido dimos con nuestro alojamiento: 
Hotel Veneza.
Rua Luis Gomes de Carvalho, 23

Nos salió por 52€ la noche sin desayuno (a través de booking.com) y es muy recomendable. La habitación es enorme, la cama comodísima y el baño grande y limpio.
Tuvimos una suerte loca y encontramos aparcamiento justo enfrente, en una de las pocas calles que no tienen zona azul.

Tras dejar los bártulos, salimos a cenar. Yo iba a tiro fijo a un restaurante que me habían recomendado A Tasca do Confrade, en la Rua Marnotos. Acertamos de pleno. Nos pusimos las botas con una buena mariscada bien regada con una botella de Vinho Verde y la cuenta fue baratísima: 32€ con postres y cafés.

Nos fuimos a dormir. Ya tendríamos tiempo al día siguiente de explorar esta Venecia de andar por casa.

El día amaneció con un sol abrasador y un bochorno de cuidado.
La primera parada de nuestro recorrido fue la estación de tren, que estaba al ladito del hotel. Tiene una fachada realmente bonita, llena de azulejos blancos y azules que retratan diferentes vistas de la ciudad.




Luego bajamos por una de las calles principales de la ciudad, la Avenida Doctor Lourenço Peixinho, hasta llegar al punto de información turística de la Plaza Humberto Delgado, donde nos hicimos con un plano y nos dieron 4 explicaciones bastante escuetas.

Por una callejuela detrás de la oficina de turismo llegamos hasta la Praça do Peixe, donde se encuentra el Mercado del Pescado. Me encanta visitar este tipo de sitios, aunque éste en concreto me dejó bastante indiferente. No es muy grande y no hay demasiados puestos, aunque la calidad de los productos y su frescura saltaban a la vista.


Por detrás del mercado tuvimos la primera vista a uno de los canales.

 
De ahí nos dirigimos al Canal Central, que divide el centro en dos zonas: al norte, el barrio de los pescadores y al sur, la zona más monumental. En este canal es donde encontramos la mayor concentración de Moliceiros, los barquitos típicos de la localidad. Antiguamente se utilizaban para recoger el Moliço, un tipo de alga que se cría en la ría y que es utilizada como fertilizante. Ahora, son una mera atracción turística más.


He de reconocer que los barcos son bonitos y los dibujos con los que están decorados resultan bastante graciosos ya que recrean escenas un poco “subidas de tono”.




Hay varias empresas que ofrecen paseos por los canales a bordo de un Moliceiro.
En todas cuesta 5€ y dura 45 minutos.
Nosotros lo hicimos con Ría Norte porque estaba a punto de salir uno de sus barcos y así no teníamos que esperar.
Primero nos acercaron hasta unas antiguas salinas donde vimos unas cuantas montañitas de sal. 


Luego nos dieron una vuelta por otro canal, pasamos por debajo de algún puente “pintoresco”, vimos las casitas de pescadores a la orilla y llegamos a una pequeña laguna  donde está una vieja fábrica de cerámicas.




Tras esto, regresamos al punto de partida.
En fin, ni fu ni fa.



Después de esta aventura naútica tan apasionante, nos encaminamos al casco histórico a ver qué nos ofrecía.
Subimos por una calle hasta la Praça da República, donde se encuentran la Iglesia de la Misericordia (que no pudimos visitar) y la Cámara Municipal. Había un mercadillo por allí que nos fastidió bastante las fotos.



Un poco más adelante nos encontramos con la Iglesia de Santo Domingo, que es la Catedral de Aveiro. Muy simple por fuera y aún más simple por dentro.


Dimos otra vuelta hasta el Convento de las Carmelitas…y se nos acabaron los puntos de interés que nos habían señalado en el mapa.
Como ya se acercaba la hora de comer nos fuimos al Mercado do Peixe a ver si había suerte y pillábamos sitio en el restaurante que hay en la parte superior y que me habían recomendado mucho. Afortunadamente sí que tenían mesa para 2 y pudimos disfrutar de un delicioso Arroz de Tamboril y Gambas (Tamboril es rape). Te ponen una perola hasta los topes para 2 personas por 25€. (Fuimos incapaces de acabárnosla). También tomamos Vinho Verde a un precio más que asequible, 7€ la botella.



Con el buche bien llenito decidimos ir a comprar unos Ovos Moles, dulces típicos, para regalar a la familia. Los Ovos Moles (huevos blandos) son como las yemas de Ávila pero recubiertos de una fina capa de barquillo. Yo no puedo con ellos porque son súper empalagosos y además, no me gusta el dulce. Una caja de 12 unidades nos costó 4€.

Y como ya nos habíamos cansado de estar por allí, fuimos a buscar el coche y nos encaminamos a Costa Nova y Praia da Barra, que están a 7 km.

En Costa Nova vimos unas cuantas casitas de colores que hay en el paseo marítimo y nos dimos cuenta de que el resto de la zona era una horterada de cuidado.


En Praia da Barra aguantamos 5 minutos porque hacía un viento insoportable y un calor de la leche. Así que hicimos 4 fotos de las dunas, la playa y el faro a lo lejos y salimos por patas.


Pusimos rumbo a Guimaraes, donde llegamos 1 hora después… pero eso ya lo leeréis en la próxima entrada.

8 comentarios:

  1. Merece la pena sobre todo por su gastronomía.

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  2. Muy bonito pero...no es Venecia..sin duda!!!

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  3. La comida si que tiene buena pinta!!!!

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  4. Ya tengo otro blog por el que bichear, recordar y que me inspire nuevos destinos; aunque ya seguía tus andanzas, me alegro de poder encontrarlas aquí agrupadas. Enhorabuena, salud y viajes!

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  5. Bueno no creo que el "iluminado" quisiera comparar Aveiro con Venecia mas bien distinguir esta ciudad de otras portuguesas ... Aveiro es una bonita ciudad bien cuidada, los "moliceiros" llevan gorro por supuesto para el sol que les acompaña durante gran parte del día, durante el viaje por los canales te ofrecen un "aperitivo" de lo que ofrece su ciudad hablando durante el trayecto en varios idiomas ... se come muy bien y muy barato.

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  6. Tigre Venecia argentina?...si Tigre no tiene ningún canal...Será tal vez el delta del Paraná, pero es algo salvaje...nunca escuché eso..

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  7. LLevo mas de 10 años yendo a playa de barra, costa nova, sao jacinto, etc y es la primera vez que leo este tipo de comentarios, aveiro como bien dice un anonimo lo de la venecia de portugal es mas bien para distinguir entre otras ciudades portuguesas, no les veo con jerseys azules y blancos ni cobrando 100 euros por un paseo....esas barcas y esos canales tienen su historia como explicas brevemente en tu blog, respecto a costa nova, .....una horterada de cuidado?....con un puerto deportivo de gran nivel y unas playas impresionantes las cuales creo que no llegasteis ni a ver.....y que decir de barra, lo mismo ....espectaculares playas y uno de los faros mas altos de europa el cual puedes visitar....pero bueno al menos veo que si os pusisteis ciegos a comer, conclusion.....VISITA GASTRONOMICA, por que por lo demas ni idea

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  8. Estoy de acuerdo con que Aveiro no es la Venecia que venden en algunos folletos turísticos... pero a mi me gusta. Tiene una personalidad propia que en pocas ciudades se ve.

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