Los últimos 4 años nos ha dado por desaparecer de España en Navidades. Nos encantan esas fechas tan entrañables y sobre todo las cenas y comidas familiares, respirando paz y armonía, con el cuñao dando pol saco, la cuñada medio pedo, el sobrinito llorando y la suegra tratando de cebarte. Se me saltan hasta las lágrimas de la emoción
. Pues bien, este año me salió el tiro por la culata. Contábamos con un presupuesto muy limitado como para irnos al Caribe igual que en ocasiones anteriores y por Europa no teníamos muchas ganas de ir a pasar frío. Pensamos en Malta, por tener un clima más benévolo, pero los amigos de Ryanair pretendían cobrarnos 298€ por volar hasta allí. Prefiero cenar con mi suegra antes de pagar ese dineral 
. Pues nada, a Marruecos otra vez… peeeeero, no me cuadraba ninguna combinación interesante para pirarnos en los días más “críticos”, así que lo tuvimos que dejar para le semana de Reyes. (Da igual, el caso es desaparecer unos días). 
A primeros de octubre encuentro un vuelo Madrid-Fez con Ryan por 6€ cada uno para el 4 de enero y la vuelta desde Casablanca con Easyjet el día 9 por 27,95€. Hubiese preferido volver desde Fez, pero los precios eran un auténtico disparate. Contamos con 4 días y medio para hacernos una rutilla por Fez, Meknes, Volúbilis…y lo mejor, aunque no vamos a facturar equipaje, en el vuelo de vuelta no hay limitación de peso en la maleta de mano, con lo que podré hacer compritas y meterlas a presión, jijiji. ¡¡Que tiemblen los zocos, que vuelvo a la cargaaaa!!!!
En cuanto al alojamiento decidimos hacer 3 noches en Fez, una en Meknes y la última en Casablanca para despreocuparnos el último día y no andar pendientes de trenes y posibles retrasos antes de ir al aeropuerto.
Nos volvimos a decidir por los hoteles Ibis por la buenísima relación calidad-precio y porque, además, tenían una oferta especial de invierno y salía cada noche a 33€ (sin desayuno). Luego detallaré cada uno de los hoteles.
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